jueves, 20 de marzo de 2008

"LAS FLORES DEL MAL" celebra 150 años de publicacion

 

"Las flores del mal", la obra más influyente del "poeta maldito" Charles Baudelaire, cumple este año siglo y medio desde su primera edición y, como homenaje, la editorial Nórdica Libros la publica por vez primera en un volumen ilustrado, con dibujos del artista belga Louis Joos. 

Impreso inicialmente en Francia en junio de 1857 y luego mutilado por la censura, el poemario se reedita este año en una cuidada edición bilingüe, acompañada por ilustraciones que magnifican los versos del irreverente poeta, crítico y ensayista francés.

Autor de vida bohemia, apariencia "dandy" y carácter atormentado,Charles Baudelaire (1821-1867) escribió en "Las flores del mal" versos que rompieron con el romanticismo imperante en su época, asentaron los principios estéticos del simbolismo y escandalizaron a la sociedad por su temática libertina.

Un siglo y medio después de ver la luz, la lírica sórdida y sublime de Baudelaire continúa impactando al lector, y se presenta renovada por las ilustraciones de Joos, capaces de aportar una nueva dimensión a los versos y de llegar a un público más amplio.

Con técnicas tan variadas como la acuarela, la tinta china o el pastel, y en formato de viñetas, recuadros o a toda página, las ilustraciones elevan a cotas más altas -si cabe- el poder evocador de los 58 poemas seleccionados para su inclusión en este volumen.

Si por los versos de Baudelaire desfilan las pulsiones más oscuras e insondables del alma humana, en los obras de Joos predominan el negro y el rojo, plasmados con trazos gruesos y vehementes, entre el expresionismo y el impresionismo contemporáneo del poeta.

Baudelaire concibió "Las flores del mal" como un libro más que como un poemario, estructurado como recorrido a través de los capítulos "Al lector" (preámbulo en que declara sus intenciones), "Spleen e ideal", "Cuadros parisinos", "El vino", "Flores del mal" y "Rebelión", cuyo último poema es "La muerte".

Cuando el "poeta maldito" por excelencia publicó su obra magna a mediados del siglo XIX, el gobierno francés le acusó de "ultraje a la moral pública y a la religión", le sancionó con una multa y le obligó a suprimir seis de los poemas del libro de las ediciones posteriores, censura que no se levantaría hasta 1949.

Influido por literatos como Téophile Gautier, Edgar Allan Poe o De Quincey, Charles Baudelaire fue también un gran amante de la pintura, una pasión que cultivó en sus críticas artísticas, que él consideraba tan importantes como su obra lírica.



LA DESTRUCCION

El demonio se agita a mi lado sin cesar;
flota a mi alrededor cual aire impalpable;
lo respiro, siento como quema mi pulmón
y lo llena de un deseo eterno y culpable.

A veces toma, conocedor de mi amor al arte,
la forma de la más seductora mujer,
y bajo especiales pretextos hipócritas
acostumbra mi gusto a nefandos placeres.

Así me conduce, lejos de la mirada de Dios,
jadeante y destrozado de fatiga, al centro
de las llanuras del hastío, profundas y desiertas,

y lanza a mis ojos, llenos de confusión,
sucias vestiduras, heridas abiertas,
¡y el aderezo sangriento de la destrucción!



ALEGORIA

Es hermosa mujer, de buena figura,
que arrastra en el vino su cabellera.
Las garras del amor, los venenos del garito,
todo resbala y se embota en su piel de granito.
Se ríe de la Muerte y desprecia la Lujuria,
y ambas, que todo inmolan a su ferocidad,
han respetado siempre en su juego salvaje,
de ese cuerpo firme y derecho la ruda majestad.

Anda como una diosa y reposa como una sultana;
tiene por el placer una fe mahometana,
y en sus brazos abiertos que llenan sus senos
atrae con la mirada a toda la raza humana.
Ella cree, ella sabe, ¡doncella infecunda!,
necesaria no obstante a la marcha del mundo,
que la belleza del cuerpo es sublime don,
que de toda infamia asegura el perdón.

Ignora el infierno igual que el purgatorio,
y cuando llegue la hora de entrar en la noche negra,
mirará de la Muerte el rostro,
como un recién nacido, sin odio ni remordimiento.



EL AMOR Y EL CRANEO

Viñeta antigua

El amor está sentado en el cráneo
de la Humanidad,
y desde este trono, el profano
de risa desvergonzada,
sopla alegremente redondas pompas
que suben en el aire,
como para alcanzar los mundos
en el corazón del éter.


El globo luminoso y frágil
toma un gran impulso,
estalla y exhala su alma delicada,
como un sueño de oro.


Y oigo el cráneo a cada burbuja
rogar y gemir:
-Este juego feroz y ridículo,
¿cuándo acabará?


Pues lo que tu boca cruel
esparce en el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro,
¡mi sangre y mi carne!

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